II-
			
			
			La muerte se infiltró en 
			nuestros vicios como un virus.
			
			
			Aún seguimos dentro de 
			la cueva 
			
			
			sin pulir El espirito.
			
			
			Renovamos uniformes y 
			arsenales, 
			
			
			pero las ideas se 
			estancan.
			
			
			No leemos.
			
			
			Los demagogos nos 
			adormecen 
			
			
			mientras nos explontan.
			
			
			No pesamos.
			
			
			Dejamos que el patróne 
			
			
			piense por nosotros.
			
			
			Nadie nos conoce, 
			bolivanos,
			
			
			Somos la peste, el 
			olvido.
			
			
			La muerte nos visita con 
			sus dólares 
			
			
			y sus pistolas.
			
			
			 
			
			
			III-
			
			
			El vencedor y el 
			vencido, sólo polvo, 
			
			
			desecho de basora.
			
			
			¿Cuaàntos somos?¿Qué 
			somos?
			
			
			¿Una nación acaso?
			
			
			Todo nuestro estaño,
			
			
			todo nuestro petróleo,
			
			
			nuestros niños,
			
			
			todo està hipotecado 
			
			
			y los farmantes 
			vuelven,los canallas,
			
			
			los que hundieron la 
			patria 
			
			
			vuelven para salvarle, 
			dicen
			
			
			con su talente infame,
			
			
			con sus militares y 
			bazukas,
			
			
			pero aún queda la 
			memoria